Con perros en casa, volver a casa —de un día de trabajo o una salida al buzón— es motivo de celebración, meneo de cola, obsequio de una pelota a los pies o incluso un pequeño baile. ¡Estás en casa! ¡Estás en casa! Pero, ¿se ha preguntado alguna vez por qué algunas fiestas son más grandes que otras?
Recientemente, dos investigadores suecos descubrieron que el tiempo que estamos fuera marca la diferencia. En su estudio (publicado en Ciencia aplicada del comportamiento animal en enero de 2011), Therese Rehn y Linda J. Keeling grabaron en video los perros de la familia de los individuos en tres ocasiones diferentes mientras estaban solos en casa durante períodos de media hora, dos horas y cuatro horas.
En cada caso, los perros pasaron casi todo el tiempo solos acostados. (Otros estudios han demostrado que en los hogares con más de un perro, hay menos mentiras sobre cuándo los humanos se han ido; hay una diferencia de aproximadamente el 12 por ciento en los niveles de actividad). La diferencia clave en el comportamiento en este estudio se produjo durante la reunión: después de la Separaciones de dos y cuatro horas, los perros dieron la bienvenida a sus humanos con mayor exuberancia que después de una ausencia de media hora, exhibiendo más frecuentes lamidos de labios, temblores de cuerpo y meneo de cola.
Según Rehn y Keeling, el comportamiento de saludo más intenso puede indicar un deseo de restablecer la relación y / o puede ser que los animales se liberen del estrés. En cualquier caso, la conclusión importante es que los perros se ven afectados por la duración de su tiempo a solas. El estudio no revela si realmente extrañan a sus seres humanos, pero sí sugiere que los perros sienten el tiempo, y eso tiene implicaciones para el bienestar que no podemos ignorar.