Un nuevo estudio de los genomas de los perros domésticos y las poblaciones de lobos ha determinado que el perro doméstico probablemente se originó en el Medio Oriente. El hallazgo contradice fuertemente los estudios anteriores del ADN mitocondrial que sitúan los orígenes de la domesticación en el este de Asia. Al comparar los diversos genomas de diferentes poblaciones de lobos y perros, los investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles, concluyeron que los genomas de los perros y los genomas de los lobos del Medio Oriente contienen la mayor similitud.
El equipo de investigación, dirigido por el Dr. Robert K. Wayne y Bridgett M. vonHoldt, utilizó una metodología de todo el genoma para determinar qué poblaciones de lobos estaban más estrechamente relacionadas con los perros. SNP o chips “snip” (dispositivos similares a los chips de computadora que pueden “leer” el ADN hasta un polimorfismo de un solo nucleótido), observaron 48,000 ubicaciones diferentes en el genoma del perro. Los chips SNP se han utilizado para escanear humanos en busca de susceptibilidad a enfermedades, como la predisposición al cáncer. En este estudio, los chips marcan regiones de variación común dentro del ADN, lo que permite a los investigadores hacer comparaciones más precisas entre poblaciones.
Resulta que los perros tienen más similitudes en estos 48.000 lugares diferentes con los lobos del Medio Oriente que con otras poblaciones de lobos. Los hallazgos sugieren fuertemente que el perro doméstico actual desciende de antepasados en el Medio Oriente.
Los estudios originales del ADN mitocondrial analizaron solo una parte del genoma, que se hereda de los ancestros femeninos. Dichos estudios encontraron una mayor variación en el ADN mitocondrial de los perros del este de Asia, y dado que los organismos tienen una mayor variación genética en su punto de origen, se pensó que los perros fueron originalmente domesticados en el sur de China. Debido a que el ADN mitocondrial es solo una pequeña parte del genoma, las inferencias obtenidas de su estudio pueden no ser tan válidas como las de un estudio de todo el genoma.
Ahora sabemos que los lobos del Medio Oriente probablemente estuvieron entre las primeras poblaciones de lobos en encontrarse con humanos; así es de estas poblaciones que evolucionó nuestro amigo más antiguo. Los investigadores también buscaron firmas de selección en los genes, y uno de los genes notables identificados tiene una contraparte humana, implicada en el síndrome de Williams, que se expresa como un trastorno de amistad extrema en los seres humanos.
.