A nadie le gustan los mosquitos. Y dado que solo una mordedura de uno infectado puede transmitir el gusano del corazón a nuestros perros, tenemos que ser doblemente conscientes de cómo evitar que nos muerdan. Los New York Times tenía un artículo interesante que analizaba la eficacia de usar el viento, en forma de abanico, para disuadir a las plagas voladoras de aterrizar sobre usted o su perro. Lo que hace que el ventilador sea un elemento de disuasión eficaz es que “diluye y dispersa” el dióxido de carbono que nosotros y nuestros perros exhalamos. CO2 es el principal químico que atrae a los mosquitos. Los entomólogos de la Universidad Estatal de Michigan que estudiaron este vínculo concluyeron que “el viento generado por los ventiladores debe perseguirse como un medio práctico para proteger a los humanos o las mascotas de los mosquitos en el jardín”.
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