Es bien sabido que el chocolate es tóxico para los perros, pero no todos saben que el xilitol es tóxico para los perros. En una encuesta en curso realizada por Preventative Vet (2015), más del 50 por ciento de los encuestados no estaban al tanto del xilitol o del peligro que representa para los perros. En muchos casos, este edulcorante puede ser incluso más tóxico que el chocolate (la imagen de arriba muestra una cantidad peligrosa de chocolate amargo en comparación con la cantidad de chicles sin azúcar que contienen xilitol que podrían ser mortales).
El xilitol es tan tóxico para los perros que los síntomas pueden aparecer dentro de los 10 minutos posteriores a la ingestión. Esto incluye debilidad, letargo, pérdida de coordinación, convulsiones, vómitos y respiración rápida. Incluso pequeñas cantidades pueden causar hipoglucemia e insuficiencia hepática potencialmente mortales. Afortunadamente, los perros pueden recuperarse si se tratan con prontitud.
¿Por qué el xilitol es peligroso para los perros?
El problema es tan común que la FDA les recuerda el problema a los dueños de mascotas y creó un video útil para abordar el problema (ver más abajo). En su sitio web, afirman: “Tanto en las personas como en los perros, el nivel de azúcar en sangre se controla mediante la liberación de insulina del páncreas. Cuando los perros comen algo que contiene xilitol, el xilitol se absorbe más rápidamente en el torrente sanguíneo y puede provocar una liberación potente de insulina del páncreas. Esta liberación rápida de insulina puede resultar en una disminución rápida y profunda del nivel de azúcar en sangre (hipoglucemia), un efecto que puede ocurrir dentro de los 10 a 60 minutos posteriores a la ingestión del xilitol. la hipoglucemia puede poner rápidamente en peligro la vida “.
El xilitol es un ingrediente de la goma de mascar sin azúcar, por lo que esto me ha llevado a tener mucho cuidado con dejar paquetes de goma de mascar en los bolsos que dejo por la casa. También guardo los paquetes de chicle (y chocolate) en un recipiente de plástico seguro en mi despensa, solo para asegurarme de que ningún perro hambriento entre en las golosinas peligrosas.