Paso tanto tiempo con mis perros que siento que sé exactamente lo que pasa dentro de sus cabezas. Pero por supuesto que no. Cuando entro por la puerta, ¿cómo sé que Nemo está realmente feliz de verme o simplemente está emocionado de oler todos los aromas interesantes que traje a casa en mi ropa?
Investigadores de la Universidad de Emory se proponen comprender lo que piensan nuestros perros. Usando una resonancia magnética para capturar imágenes cerebrales, están observando qué partes del cerebro se activan en respuesta a ciertas actividades, como cuando hablamos con nuestros perros. Los científicos creen que esta es la piedra angular para saber qué está pensando un perro.
Al profesor de neuroeconomía Gregory Berns se le ocurrió la idea del estudio después de aprender sobre caninos en el ejército. Pensó que si los perros pueden ser entrenados para saltar de helicópteros, sería factible enseñarles a permanecer quietos en una máquina de resonancia magnética.
Los investigadores tardaron ocho meses en entrenar a dos perros para que se subieran a la máquina, metieran la cabeza en la bobina de la cabeza y permanecieran quietos, todo mientras usaban orejeras para reducir el ruido. El primer estudio analizó la respuesta del cerebro de los perros a las señales manuales que indicaban si recibirían o no un hot dog.
Los investigadores ahora están analizando estudios más complicados sobre cómo los perros procesan el lenguaje humano y si reconocen a las personas por la vista o el olfato. Tengo muchas ganas de ver los resultados de su trabajo sobre la empatía canina. El plan es mostrar a los perros una foto de una persona a la que se pincha con un alfiler y ver si desencadena una respuesta de dolor en el cerebro del perro.
Sabemos que nuestros cachorros tienen un efecto profundo en nuestro bienestar y salud. Saber más sobre lo que piensan nuestros perros puede ayudarnos a comprender el efecto que tenemos en ellos.
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